lunes, 18 de mayo de 2009

LOS TOTALITARISMOS

AQUÍ OS DEJO UNA COLECCIÓN DE TEXTOS EN LAS QUE TE PUEDES APOYAR PARA APROVECHAR MEJOR LAS ACTIVIDADES Y LAS EXPLICACIONES DE CLASE. ESPERO QUE TE AYUDEN

“El cuatro de enero de 1933, Hitler, Von Papen, Hess, Himmler y Keppler llegaron a mi casa en Colonia. Hitler, Von Papen y yo nos metimos en una habitación donde tuvo lugar una discusión por espacio de dos horas. Papen vino a decirle que él pensaba que lo mejor era formar un gobierno en el que estuvieran representados elementos conservadores y nacionalistas, junto con los nazis a los que estaban apoyando. Sugirió que este gobierno podría ser dirigido por Hitler y él mismo.
Entonces Hitler hizo un discurso en el que dijo que, si era elegido canciller, los seguidores de Von Papen podrían participar en el gobierno como ministros, si estaban de acuerdo en apoyar su política, en la que planeaba grandes cambios sobre el estado actual de las cosas, incluyendo la separación de todos los judíos, comunistas y socialdemócratas de los puestos clave de Alemania, así como la reestructuración del orden público (…).
Este encuentro en mi casa lo organicé a petición de Von Papen (…). Antes de dar este paso, hablé con muchos hombres de negocios y me informé sobre cómo el mundo de los negocios veía una colaboración entre estos dos hombres. El deseo unánime de los empresarios era que un hombre fuerte accediera al poder en Alemania y que formase un gobierno que permaneciera en el poder por largo tiempo.”

Testimonio de Von Schroeder en los Juicios de Nuremberg

“¿En qué consiste el fenómeno totalitario? Este fenómeno, como todos los fenómenos sociales, se presta a múltiples definiciones, según el aspecto que el observador retenga. Creo que los cinco elementos principales son los siguientes:
1º El fenómeno totalitario consiste en un régimen que otorga a un partido el monopolio de la actividad política.
2º El partido que monopoliza la actividad pública está armado de una ideología que le confiere una autoridad absoluta y que, en consecuencia, se transforma en la verdad oficial del Estado.
3º Para difundir esta verdad oficial, el Estado se reserva para sí un doble monopolio, el monopolio de la fuerza y el de los medios de persuasión. El conjunto de los medios de comunicación, radio, televisión, prensa, está dirigido, dominado, por el Estado y los que lo representan.
4º La mayor parte de las actividades económicas y profesionales están sometidas al Estado (...).
5º Estando toda actividad dominada por el Estado y sometida a la ideología, cualquier fallo cometido en una actividad económica o profesional es simultáneamente un error ideológico (...).
Se puede considerar como esencial, en la definición del totalitarismo, bien el monopolio de un partido, bien la estatalización de la vida económica o bien el terror ideológico. El fenómeno es perfecto cuando todos esos elementos se juntan y se cumplen plenamente.”

Raymon Aron. Democracia y totalitarismo. 1965.

“Ruego a los señores liberales que me digan si ha habido en la Historia un gobierno fundamentado en la voluntad exclusiva del pueblo y que haya renunciado al empleo de la fuerza. No ha habido nunca un gobierno semejante, ni lo habrá. La opinión es cambiante como las arenas en la playa. No puede existir siempre y no puede ser total. Nunca ha habido un gobierno que haya hecho feliz a todos sus gobernados. Sea cual fuere la solución que se dé a un problema, quedará siempre un grupo de insatisfechos, aunque se estuviera en posición de la verdad divina. Así como en geometría no se ha conseguido la cuadratura del círculo, en política se está asimismo muy lejos de ello. Si viene a ser así insoslayable que cada medida del gobierno crece insatisfacción, ¿como impedir que la insatisfacción se extienda y llegue a ser un peligro para la fortaleza del Estado? Eso se conseguirá con el poder. Con la utilización de este poder, con su inexorable utilización cuando sea necesario. Quitadle a un Estado el poder -es decir, el poder físico y armado- y dejadle únicamente dotado de sus inmortales principios; no cabe la menor duda de que dicho gobierno será víctima del primer grupo organízado que esté decidido a hundirle. El fascismo ha arrojado al rincón de las cosas inservibles esta teoría montada contra la vida. Cuando un grupo o un partido está en el poder, se ve obligado a fortificarse allá y defenderse contra todos. La verdad que salta ante los ojos de cuantos no estén ciegos por la venda del dogmatismo, es que el hombre está cansado acaso de la libertad. La libertad no es hoy aquella virgen virtuosa y prudente por la que lucharon y murieron en la primera mitad del pasado siglo. Para la juventud inquieta, intrépida y ruda que aparece en los albores de esta nueva hora histórica, hay otras palabras que poseen una mayor fascinación y disciplina. Este pobre liberalismo italiano que lucha y aspira a una mayor libertad, está tremendamente retrasado. Está alejado de toda la comprensión y escapa a cualquier oportunidad. Se habla de las simientes para las que llegará la primavera. ¡Qué ocurrencia tan chistosa! Algunas semillas mueren bajo la capa invernal. El fascismo, que no tuvo temor alguno en calificarse de reaccionario, cuando muchos de los actualmente liberales estaban atemorizados por el engendro victorioso (el socialismo), no teme de ninguna manera calificarse hoy de aliberal o antiliberal. El fascismo no está dispuesto a ser víctima de ciertos trucos habituales.”
Mussolini. Poder y consenso. Artículo publicado en marzo de 1923.
Recogido en: Nolte. El Fascismo, de Mussolini a Hitler. 1975.
“El fascismo niega que el número, por el solo hecho de ser número pueda dirigir las sociedades humanas, niega que este número pueda gobernar gracias a una consulta periódica. Afirma la desigualdad indeleble, fecunda y bienhechora de los hombres, que no es posible nivelar gracias a un hecho mecánico y exterior como el sufragio universal. Se puede definir a los regímenes democráticos como aquellos que dan al pueblo, de tiempo en tiempo, la ilusión de la soberanía (...). El fascismo rechaza de la democracia la absurda mezcla convencional de igualdad política, el hábito de la irresponsabilidad colectiva, el mito de la felicidad y del progreso indefinido. Pero si la democracia puede entenderse de modo diferente, si ella significa no dejar al pueblo al margen del Estado, el fascismo puede ser definido por el que escribe estas líneas como una 'democracia organizada, centralizada y autoritaria. (...).
Ni agrupaciones (partidos políticos, asociaciones, sindicatos) ni individuos fuera del Estado. Por consiguiente, el fascismo es contrario al socialismo que limita el movimiento histórico al punto de reducirlo a la lucha de clases y que ignora la unidad del Estado que, de suyo, funde las clases en un sólo bloque económico (...).”

Benito Mussolini. La doctrina del fascismo, 1932.
“La definición puede ser ésta: El Consejo Nacional de las Corporaciones es en la economía italiana lo que el Estado Mayor en el Ejército: el cerebro pensante que prepara y coordina. La semejanza militar. No os desagradará, porque la economía italiana tiene que combatir en verdad, una ruda e incesante guerra que requiere un Estado Mayor, mandos y tropas que se hallen a la altura de la situación para la misión que se les confía.
(…) En el artículo 12 está toda la corporación, tal como la entiende y la quiera el Estado fascista. En las corporaciones, el sindicalismo fascista encuentra su meta. El sindicalismo, de cualquier índole, tiene un proceso que podría llamarse común, salvo en los métodos; se comienza por la educación del individuo a la vida asociativa; se continúa con la estipulación de los contratos colectivos, se efectúa la solidaridad de asistencia mutual es, se perfecciona la habilidad profesional. Pero mientras el sindicalismo socialista, por el camino de la lucha de clases desemboca en la política con su programa de supresión de la propiedad privada y de la iniciativa individual, el sindicalismo fascista, a través de la colaboración de las clases, desemboca en las corporaciones, que dan a la colaboración armonía y sistema, defendiendo la propiedad pero elevándola a función social, respetando la iniciativa privada, pero en el ámbito de la vida y de la economía de la nación.
El sindicalismo no puede ser un fin en sí: o se convierte en socialismo político o en corporaciones fascistas. Sólo en las corporaciones se realiza la unidad económica en sus diversos elementos: capital, trabajo y técnia.”

Benito Mussolini. Discurso en el Consejo Nacional de las Corporaciones. 22 de abril de 1930.
“A continuación habló de la alianza concertada entre su partido y el partido popular nacional alemán. Este último había sido, entretanto, reorganizado por el señor Von Papen. Finalmente, tocó el punto que, en mi opinión era el verdadero motivo de la reunión. Recalcó la necesidad de que los dos partidos acabados de mencionar alcanzaran la mayoría en las elecciones que se avecinaban para la formación del Reichstag. Krupp van Bohlen dio a Hitler las gracias por el discurso y éste abandonó acto seguido la sala. El doctor Schacht propuso crear un fondo electoral de tres millones de marcos; esta cantidad sería repartida equitativamente entre ambos aliados, con arreglo a sus fuerzas respectivas.”

Juicio de Nurenberg. Declaración jurada de Von Schenitzler.

"Pero eso era en 1920: toda Italia se estremecía con la fiebre revolucionaria y muy rápido la cosa cambió de carácter. Los obreros pensaron que había llegado el momento de apoderarse definitivamente de los medios de producción. Se prepararon armados para la defensa, transformando muchas fábricas en verdaderas fortalezas y comenzaron a organizar la producción por su propia cuenta. Los patronos fueron apartados o declarados en estado de arresto. Era la abolición de hecho del derecho de propiedad y el gobierno dejaba hacer porque se sentía impotente para oponerse.
El movimiento se extendia y tendía a englobar a las otras categorías: aquí y allá los campesinos ocupaban la tierra. Era la revolución que comenzaba y que se desarrollaba de una forma, diría yo, casi ideal."
E. Malatesta. Publicado en L 'Umanitá Nuova. 28 de junio de 1922
“Por otra parte, el racismo del siglo xx está muy lejos de limitarse a los nazis. En el período que siguió al término de la Primera Guerra Mundial -una época que vio el auge del Ku-Klux-Klan, con más de dos millones de afiliados- se practicó en EE.UU. una política de esterilización de "variedades biológicas humanas socialmente inadecuadas" y se puso en marcha una política de restricciones a la emigración para "mantener pura la sangre de América", favoreciendo la entrada de individuos de raza nórdica y dificultando la de gentes de los pueblos mediterráneos, de eslavos, judíos y otras "razas inferiores".
(...) Tan sólo en el estado de Virginia se ha esterilizado a más de 7.500 personas entre 1924 y 1980: débiles mentales, pero también prostitutas, madres solteras, delincuentes menores de edad y niños con problemas de conducta.”

Josep Fontana. Introducción al estudio de la Historia. 1999.
“El fascismo parece ser una especie de respuesta a la crisis estructural y coyuntural que azota a las sociedades capitalistas europeas en el periodo de entreguerras. El fascismo se presenta, por tanto, como un arma de combate, que se pretende absoluta, en la lucha contra las clases explotadas. El fascismo propone los principios de una estrategia política: liquidación total y definitiva del movimiento obrero mediante la destrucción del bolchevismo, instauración de un Estado totalitario conservando un orden jerárquico inexorable que aplaste definitivamente a las masas, con intenciones de expansión imperialista declaradas y justificadas. El fascismo propone una solución radical frente al comunismo, y significó una nueva y aterradora realidad para las clases explotadas.”
R. Bourderon, Fascismo. Ideología y práctica.
“El fascismo se afirma a través de:
- Una concepción mística de la política y de la vida en general, fundada en la fe en el activismo irracional (otorga una gran importancia a la acción directa para resolverlo todo) y en el menosprecio del individuo ordinario, al cual se oponía la exaltación de la colectividad nacional y de las personalidades fuera de lo común (elites y superhombres), de ahí el mito esencial en el fascismo, el del jefe (o caudillo).
- Un régimen político de masas (en el seno de una movilización permanente de las masas y de una relación directa entre el jefe y la masa, sin intermediarios), fundado en el sistema de partido único y en la milicia del partido, llevada a cabo mediante métodos policíacos y por el control de todas las fuentes de información y de propaganda.
- Un revolucionarismo verbal surtido de un conservadurismo de fondo (...).
- La tentativa de crear una nueva clase dirigente, expresión del partido y, sobre todo, a través de él, de la pequeña y mediana burguesía.
- La creación e importancia de un potente aparato militar.
Un régimen económico privado, pero caracterizado por la tendencia a la expansión de la iniciativa pública y por el paso del liderazgo económico de los capitalistas y de los jefes de empresa a los altos funcionarios del Estado, así como por la asunción por parte del Estado, del papel de mediador en los conflictos sociales (corporativismo) y por una orientación autárquica.”

Renzo de Felice. Comprender el fascismo. 1975.
“A diferencia del Estado liberal, que tiene la misión de administrar una sociedad de manera que puedan desarrollarse los individuos, los grupos y la economía sin limitación de la libertad, el Estado totalitario pretende, mediante la coerción, organizar la sociedad para evitar los defectos y las taras del liberalismo. [ ... ] El fascismo italiano sitúa su ideal en un Estado todopoderoso, «conciencia inmanente de la nación», cuyos intereses deben prevalecer por encima de los intereses individuales. [ ... ] A las gentes, desprovistas así de sus esquemas habituales de organización, el régimen propone un ideal de unión en el Estado: en lugar de las luchas sociales, la colaboración de las clases mediante estructuras corporativistas; en vez de la lucha de los partidos, un ideal moral de espíritu de sacrificio en favor de la comunidad nacional; en lugar de la fe religiosa, la mística comunitaria, de la cual el partido fascista es la encarnación y el sustento.
El caso de la Alemania nazi es, a la vez, parecido y distinto. La voluntad de unificación de la comunidad nacional es idéntica, pero en este caso es la raza y no el Estado, simple instrumento al servicio de los objetivos raciales, lo que constituye el punto de encuentro.”

S. Berstein. Los regímenes políticos del siglo XX.
"En las reuniones, en la Cámara, en el Senado. en cualquier parte donde el mágico encanto de su palabra incisiva y fuerte ha vibrado en el aire como una música melódica, he mirado alrededor, para observar sobre los demás el efecto de su potencia. Jóvenes, viejos, hombres, mujeres están literalmente poseídos, compenetrados con él. A veces su adoración es tan dolorosa que se traduce en miradas fijas, alucinadas, que hacen pensar en un estado patológico colectivo. Los jóvenes, especialmente, están impresionados. Vi a una jovencita de dieciséis años, hermosa como un ángel, mirar al Duce con el aspecto extasiado que los fieles deben de tener al adorar a Dios en el cielo."
Marga. I1 volo deil'aquila. En Biondi. El tinglado del Duce
"P ¿Cuál es el significado del nombre Duce?
R. Duce viene del latín dux que deriva de duco y significa «el que conduce». P ¿Quién es el Duce?
R. El Duce, Benito Mussolini, es el creador del fascismo, el renovador de la sociedad civil, el jefe del pueblo italiano, el fundador del imperio.
P ¿Por qué el Duce es el creador del Fascismo?
R. Porque fundó el Fascio de Combate y porque se debe a él la Revolución Fascista y la doctrina del fascismo. P ¿Qué quiere el Duce para el pueblo italiano?
R. Quiere mejorarlo moralmente y materialmente, garantizándole el máximo de trabajo y bienesta1; y quiere que a través de la educación y la organización política, sindical, deportiva y moral del fascismo, seamos siempre conscientes de sus fines y su misión en el mundo.
P ¿Cuál es la diferencia entre el Duce y los jefes de gobierno liberales y demócratas?
R. En el régimen liberal y democrático, el jefe del gobierno es el exponente de los intereses de un partido y está sujeto al beneplácito del Parlamento, que puede ocasionar su caída; por el contrario, el Duce representa, como jefe del Gobierno, a la nación entera, que está a sus órdenes en la disciplina fascista y en la de la Patria.
P ¿Cuáles son las atribuciones del Duce?
R. El Duce es presidente del Gran Consejo del Fascismo, jefe del Gobierno, jefe del PNF, Primer Mariscal del Imperio, Comandante general de la Milicia Voluntaria para la Seguridad Nacional.
P ¿Por qué el Duce es el fimdador del Imperio?
R. Porque conduce y vence, contra una coalición de 52 Estados, la más grande guerra colonial de la historia, guerra para aumentar el prestigio, la grandeza y la vida de la Patria fascista. A través de esta guerra y la conquista de Etiopía, Italia ha tenido su Imperio."
El catecismo fascista, Il primo libro del fascista. Roma PNF. 1938.
"Ante todo, el fascismo, en lo que concierne en general al futuro y al desarrollo de la humanidad, y dejando aparte toda consideración de política actual, no cree en la posibilidad ni en la utilidad de la paz perpetua. Por esa razón rechaza el pacifismo, el cual en el fondo esconde una renuncia a la lucha y una cobardía ante el sacrificio. Unicamente la guerra lleva a su punto máximo de tensión todas las energías humanas e imprime un sello de nobleza a los pueblos que poseen la valentía de enfrentarse a ella. Las restantes experiencias son sólo sucedáneos que no colocan nunca al hombre frente a él mismo, ante la alternativa de la vida o la muerte. Es por ello que una doctrina que parta del postulado previo de la paz es ajena al fascismo. Así como son ajenos al fascismo, aunque se hayan aceptado por lo que puedan tener de útiles en ciertas situaciones políticas, todas las construcciones internacionales y societarias, las cuales, como bien ha demostrado la historia, pueden disgregarse en el viento en cuanto que ciertos elementos sentimentales, ideales o prácticos, agitan el corazón de los pueblos."
B. Mussolini. Discurso. 1932
Veo muchos soldados. ¡Muchos guerreros, es lo que querría ver! "Uniforme” se llama lo que llevan puesto. ¡Ojalá no sea uniformidad lo que encubre!
Debéis ser de aquellos cuyos ojos buscan constantemente un enemigo, su enemigo. Y en algunos se descubre el odio a primera vista.
Debéis buscar vuestro enemigo, debéis hacer vuestra guerra, y hacerla por vuestros pensamientos. Y si vuestro pensamiento sucumbe, vuestra honradez debe cantar victoria por ello.
Debéis amar la paz como medio para nuevas guerras, y la paz breve mejor que la larga.
No os aconsejo el trabajo, sino la lucha. No os aconsejo la paz, sino la victoria. ¡Sea vuestro trabajo una lucha, sea vuestra paz una victoria!
Solamente se puede callar o descansar cuando se dispone de una flecha y de un arco. En caso contrario no se hace sino charlar y disputar. ¡Sea vuestra paz una victoria!
¿Cómo es que decís que una buena causa santifica incluso una guerra? Yo os digo: la buena guerra santifica toda causa!
La guerra y el valor han hecho cosas más espléndidas que el amor al prójimo. No vuestra piedad, sino vuestra valentía es lo que ha salvado hasta ahora a los náufragos periclitantes.”

Nietzsche. Así habló Zaratustra.
* Aunque Nietzsche no fue un ideólogo nazi, murió en 1900, éstos se apropiaron de determinados pasajes de sus escritos.
“¡Italianos! Escuchad la ley que pone punto final a un período de nuestra historia y abre otro repleto de inmensas posibilidades de futuro.
1º Los territorios pertenecientes hasta el presente al imperio de Etiopía pasan a la soberanía absoluta e indeclinable del reino de Italia.
2º El rey de Italia adopta para sí y para sus herederos el título de emperador de Etiopía.
¡Oficiales' ¡Suboficiales! ¡Soldados de todas las fuerzas de África e Italia! «Camisas negras» ¡Italianos e italianas! ¡Levantad, legionarios, vuestros corazones y vuestras banderas con esta convicción y saludad como se merece la reaparición del Imperio, después de mil quinientos años, sobre las colinas de Roma!”
Proclamación del Imperio desde el 9 de mayo de 1936.
E. Nolte. Fascismo. 1970.
“Italianos:
Éste es el programa de un movimiento italiano hecho por italianos. Es revolucionario porque es antidogmático y antidemagógico; es un programa de renovación porque se levanta contra todos los anteriores prejuicios. [...]
En lo que concierne a los problemas sociales propugnamos:
a) La inmediata aprobación de la ley que garantice y asegure la jornada de ocho horas.
b) Establecimiento de un salario mínimo.
c) Inclusión de los representantes obreros en la ejecución técnica de la producción industrial.
d) Traslado de industrias y servicios públicos a las organizaciones proletarias (aquellas que hayan adquirido la suficiente madurez moral y técnica para ello).
e) La nacionalización inmediata de los ferrocarriles y de todos los medios de transporte.
f) Modificación de las leyes sobre el seguro de vejez e invalidez. Establecimiento del límite de edad en 55 años en 1 lugar de 65. [...]
Por lo que respecta a los problemas financieros:
a) Establecimiento de un fuerte impuesto sobre el capital, de tal manera que obre como nivelador parcial de la riqueza.
b) Confiscación de todos los bienes propiedad de las órdenes religiosas [...].
c) Revisión de todos los contratos sobre el suministro de material de guerra y confiscación del 85 % de los beneficios de guerra.”

Programa político de los Fasci italianii di combattimento. Agosto de 1919.
“1. Pedimos la unión de todos los alemanes para constituir una Gran Alemania fundada en el derecho de la independencia que tienen las naciones.
2. Pedimos para el pueblo alemán la igualdad de derechos en los tratados con las otras naciones y la abolición de los tratados de Versalles y de Saint-Germain.

3. Pedimos espacio y territorio para la alimentación de nuestro pueblo y para establecer nuestro exceso de población.

4. Nadie, salvo los miembros de la nación, podrá ser ciudadano del Estado. Nadie, salvo aquellos por cuyas venas circula sangre alemana, sea cual sea su credo religioso, podrá ser miembro de la nación. Por consiguiente, ningún judío será miembro de la nación.

8. Es preciso impedir toda la inmigración no alemana. Pedimos que se obligue a todo no ario llegado a Alemania a partir del 2 de agosto de 1914 a abandonar inmediatamente el territorio nacional.

11. Se abolirá todo ingreso no conseguido por medio del trabajo, así como la servidumbre impuesta por el interés.
13. Pedimos la nacionalización de todas las empresas que actualmente están en poder de los trusts.

14. Pedimos la participación en los beneficios de las grandes empresas.

15. Pedimos que se ponga en práctica un plan gradual de asistencia social a la vejez.

16. Pedimos la creación y el mantenimiento de una sana clase media […].

17. Pedimos una reforma agraria que sirva a nuestros intereses nacionales, la sanción de una ley que ordene la confiscación sin compensaciones de la tierra con propósitos comunales, la abolición del interés en el préstamo sobre las tierras y la prohibición de especular.
20. […] Exigimos que el Estado eduque a su cargo a los niños dotados de talento superior y los hijos de padres pobres, sean cuales sean la clase y la ocupación de éstos. 21. El Estado procurará elevar el nivel de la salud de la nación protegiendo a las madres y los niños, prohibiendo el trabajo infantil, aumentando la eficacia corporal mediante la gimnasia obligatoria y los deportes […].
22. Pedimos la abolición del ejército mercenario y la formación de un ejército nacional.

25. Para llevar a cabo todo lo precedente, pedimos la creación de una poderosa autoridad central del Estado: indiscutibles atribuciones del parlamento políticamente centralizado sobre toda la nación y sobre su organización […]. “
Programa del Partido Obrero Alemán. 1920.
* Este ideario constituirá el núcleo conceptual del Partido Nacionalsocialista Alemán (Nazi).
"Somos un partido antiparlamentario, con buenos fundamentos, que rechazamos la Constitución de Weimar y las instituciones republicanas por ella creadas; somos enemigos de una democracia falsificada, que incluye en la misma línea a los inteligentes y los tontos, los aplicados y los perezosos; vemos en el actual sistema de mayoría de votos y en la organizada irresponsabilidad la causa principal de nuestra creciente ruina. ¿Qué vamos a hacer por tanto en el Reichstag?
Vamos al Reichstag para procuramos armas en el mismo arsenal de la democracia. Nos hacemos diputados para debilitar y eliminar el credo de Weimar con su propio apoyo. Si la democracia es tan estúpida que para este menester nos facilita dietas y pases de libre circulación, es asunto suyo. (…). También Mussolini fue al Parlamento. Y a pesar de ello, no tardó en marchar con sus camisas negras sobre Roma."
J. Goebbels. Artículo en Der Angriff. 1928


“Nosotros hace tiempo que hemos abandonado la SDN porque conforme a su origen y a sus obligaciones, nos ha negado el derecho a la igualdad de armamento y, por consiguiente a la igualdad en la seguridad. No volveremos más porque no tenemos la intención de dejarnos, en un punto cualquiera del mundo, encadenar a la defensa de la injusticia por la decisión de una mayoría de la SON, y porque creemos rendir así un servicio a todos esos pueblos que la desgracia arrastra a apoyarse en la SDN y a otorgarle su confianza considerándola como un factor de ayuda real. Habíamos considerado, como más justo, en el caso de la guerra de Abisinia, por ejemplo, en primer lugar, tener una mayor comprensión hacia las necesidades vitales de Italia y, en segundo lugar, conceder menos esperanzas y, sobre todo, menos promesas a Abisinia. Ello habría podido, quizá, acarrear una posible solución más amplia y más razonable de todo el problema.
Nosotros no tenemos en absoluto la intención, en un caso grave, de dejar implicar a la nación alemana en conflictos donde no estuviera interesada ella misma [Alemania]. No estamos dispuestos a intervenir en favor de intereses económicos o territoriales de otros sin que haya a la vista la menor ventaja para Alemania. Por otra parte, nosotros mismos no esperamos un apoyo tal de otros pueblos. Pero si una parte de los intereses alemanes llegaran a ser seriamente puestos en juego, no nos esperaremos nunca a obtener de una SDN un apoyo tangible; al contrario, suponemos, "a priori", que habremos de hacer frente nosotros mismos a los problemas que se deriven de ello.
En fin, nosotros no tenemos en el futuro la intención de dejarnos trazar por cualquier institución internacional una línea de conducta que, excluyendo el reconocimiento de estados de hecho indiscutibles, no tiene nada que ver con el comportamiento de gentes reflexivas, pero emparentadas con la política de la avestruz.”
Discurso de Hitler pronunciado en el Reichstag. 20 de febrero de 1938.
Recogido en M. Chaulanges y otros
“La guerra de 1914 no fue impuesta a las masas -Dios es testigo de ello-, sino todo lo contrario, deseada por todo el pueblo […] También para mí estas horas fueron como una liberación de penosas impresiones de mi juventud. No me da ninguna vergüenza decir hoy que, transportado por un entusiasmo tumultuoso, caí de rodillas y agradecí al cielo de todo corazón el haberme otorgado la dicha de poder vivir en una época como aquella […] [Para los alemanes, sin embargo] […] ¡fueron vanos todos los sacrificios y todas las privaciones!, ¡fue en vano haber sufrido hambre y sed durante meses interminables; inútiles las horas en que, oprimidos por la angustia de la muerte, cumplíamos, sin embargo, con nuestro deber! ¡Inútil el holocausto de dos millones de hombres que encontraron la muerte!
¿No van a abrirse las tumbas de estos centenares de miles de hombres, que un día salieron de las trincheras para no volver jamás? ¿No debieran abrirse y enviar, como fantasmas vengadores, a los hombres mudos, cubiertos de lodo y de sangre, hacia la patria que con tal irrisión les escamotea el supremo sacrificio que un hombre puede hacer por su pueblo en este mundo? […] ¿Fue este el objetivo del sacrificio que la madre alemana ofrendó a la patria, cuando con su corazón transido dejó partir a sus hijos más queridos, para no volver a verlos jamás? ¿Todo esto ocurrió para que un puñado de criminales pudiera apoderarse de nuestro país?”

Adolf Hitler. Mi lucha.1924.
“(...) Fundándose en esta convicción, el Estado racista no particulariza su misión educadora a la mera tarea de insuflar conocimientos del saber humano, no; su objetivo consiste, en primer término, en formar hombres físicamente sanos, en segundo plano está el desarrollo de las facultades mentales y aquí, a su vez en lugar preferente, la educación del carácter y sobre todo el fomento de la fuerza de voluntad y de decisión, habituando al educando a asumir gustoso la responsabilidad de sus actos, sólo después de todo es lo viene la instrucción científica (...).
Del mismo modo que el Estado racista tendrá un día que dedicar la máxima atención a la educación de la voluntad y de la fuerza de resolución, deberá igualmente desde un comienzo imbuir en los corazones de la juventud la satisfacción de la responsabilidad y la fe en su credo ideológico (...).
Por lo demás, es tarea de un Estado racista velar porque al fin se llegue a escribir una Historia Universal donde el problema racial ocupe lugar preponderante (…).
También la ciencia tiene que servir al Estado racista como un medio hacia el fomento del orgullo nacional. Se debe enseñar desde este punto de vista no sólo la Historia Universal, sino toda la historia de la cultura humana. No bastará que un inventor aparezca grande únicamente como inventor, sino que debe aparecer todavía más grande como hijo de la nación. La admiración que inspira todo hecho magno debe transformarse en el orgullo de saber que el promotor del mismo es un compatriota. Del innumerable conjunto de los grandes hombres que llenan al Historia alemana, se impone seleccionar los más eminentes para inculcarlos en la mente de la juventud, de tal modo que esos hombres se conviertan en columnas inconmovibles del sentimiento nacional (...).
La culminación de toda labor educacional del Estado racista consistirá en infiltrar instintiva y racionalmente en los corazones y los cerebros de la juventud que le está confiada, la noción y el sentimiento de raza. Ningún adolescente, sea varón o mujer, deberá dejar la escuela antes de hallarse plenamente convencido de lo que significa la puridad de la sangre y su necesidad. Además, esta situación desde el punto de vista racial, tiene que alcanzar su perfección en el servicio militar, es decir, que el tiempo que dure este servicio hay que considerarlo como la etapa final del proceso normal de la educación del alemán en general (...).”
A. Hitler. Mi lucha. 1924.
“Todo lo que admiramos en este mundo -la ciencia, el arte, la habilidad técnica y la inventiva- es producto creador de un número reducido de naciones únicamente y en su origen, quizá, de una sola raza. La existencia misma de esa cultura depende de aquellas naciones. Si las mismas pereciesen se llevarían consigo toda la belleza de esta tierra.
Si dividiéramos a la raza humana en tres categorías -fundadores, conservadores y destructores de la cultura- sólo la estirpe aria podría ser considerada como representante de la primera categoría (...). La mezcla de la sangre y el menoscabo del nivel racial que le es inherente constituyen la única y exclusiva razón del hundimiento de las antiguas civilizaciones. No es la pérdida de una guerra lo que arruina a la Humanidad, sino la pérdida de la capacidad de resistencia, que pertenece a la raza solamente (…).
El antípoda del ario es el judío. Es difícil que exista en el mundo nación alguna en la que el instinto de la propia conservación se halle tan desarrollado como en el "pueblo escogido". La mejor prueba de ello la constituye el hecho de que esta raza continúa existiendo. Si pasamos revista a todas las causas del desastre alemán (en la pasada guerra), advertiremos que la causa final y decisiva habrá de verse en el hecho de no haber comprendido el problema racial y, en especial, la amenaza judía.”

A. Hitler. Mi Lucha. 1925.

El fin supremo del Estado racista debe ser el asegurar la conservación de los representantes de la raza primitiva, creadora de la civilización que hace la belleza y el valor de una humanidad superior.
El Estado racista habrá cumplido su papel supremo de formador y educador cuando haya grabado en el corazón de lo juventud que le ha sido confiada el espíritu y el sentimiento de la raza. Es preciso que ni un solo muchacho o muchacha pueda dejar la escuela sin estar plenamente instruido de la pureza de la sangre y de la necesidad absoluta de mantenerla pura (...)
El Reich alemán, como Estado, tiene que abarcar a todos los alemanes e imponerse la misión, no sólo de cohesionar y de conservar las reservas más preciadas de los elementos raciales originarios de este pueblo, sino también lo de conducirlos, lenta y firmemente, a una posición predominante (...)
La existencia de tipos humanos inferiores ha sido siempre una condición previa esencial para la formación de civilizaciones superiores (...).
La política exterior del Estado racista tiene que asegurar a la raza que abarca ese Estado los medios de subsistencia, estableciendo una relación natural, vital y sana, entre el aumento de su población y la extensión y la calidad del suelo que habita (...)
Sólo un territorio suficientemente amplio puede garantizar a un pueblo lo libertad de su vida (...)."
Adolf Hitler. Mi lucha, 1925.
Antes de la comida
"¡Fürher, mi Fürher, concedido a mí por el Señor, ¡Protégeme y resguárdame mientras viva¡
Tú has salvado o Alemania de la mas profundo aflicción.
Hoy te doy gracias por mi pon cotidiano.
Estate mucho tiempo ¡unto a mí, no me desampares ¡ Fürher, mi Fürher, mi fe y mi luz¡
¡Heil, mein Fürher!.
Después de la comida.
Gracias a ti por esta generosa comida
¡Protector de la juventud y de los ancianos. Sé que tienes desvelos, pero no inquietudes.
Estoy contigo día y noche,
descansa tu cabeza en mi regazo.
¡Ten, mi Furher, la seguridad de que eres grande¡
¡Heil, mein Furher!.”
Plegaria de los niños de Colonia antes y después de las comidas.
“El terror sigue siendo utilizado por los regímenes totalitarios incluso cuando ya han sido logrados sus objetivos psicológicos: su verdadero horror estriba en que reina sobre una población completamente sometida. Allí donde es llevado a la perfección el dominio del terror, como en los campos de concentración, la propaganda desaparece por completo; quedó incluso totalmente prohibida en la Alemania nazi. La propaganda, en otras palabras, es un instrumento del totalitarismo, y posiblemente el más importante, en sus relaciones con el mundo no totalitario; el terror, al contrario, constituye la verdadera esencia de su forma de gobierno […] matando a pequeños funcionarios socialistas y a miembros influyentes de los partidos adversarios trataron de demostrar a la población los peligros que implicaba la mera afiliación a esos partidos […] como «propaganda del poder», advertía a la población en general que resultaba más seguro ser miembro de una organización paramilitar nazi que ser un republicano leal.”

Hannah Arendt. Los orígenes del totalitarismo.

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