Espero que os resulte fácil y productivo.
Un saludo.
"Querido hermano:
Este calificativo me parece el más conveniente porque, en esta carta, me dirijo menos al emperador y al hombre, que al hermano. Y, además, os escribo casi desde el otro mundo, encontrándome en espera de una muerte muy próxima. (...)
Una tercera parte de Rusia está sometida a una continua vigilancia policiaca; el ejército de policías conocidos y secretos aumenta sin cesar; las prisiones, los lugares de deportación y los calabozos están repletos; aparte de doscientos mil criminales de derecho común, hay un número considerable de condenados políticos entre los cuales existen ahora multitud de obreros. La censura con sus medidas represivas ha llegado hasta un grado tal que no alcanzó en los peores momentos de los años que siguieron al de 1840. Las persecuciones religiosas no fueron nunca tan frecuentes ni tan crueles como lo son ahora, y cada vez van siendo más frecuentes y más crueles.
En las ciudades y en los centros industriales se han concentrado las tropas, que armadas de fusiles se han enviado contra el pueblo. En algunos puntos ya se han producido choques y matanzas y en otros puntos se preparan, y su crueldad aun será mayor.
El resultado de toda esta actividad cruel del gobierno, es que el pueblo agricultor, los cien millones de hombres sobre los cuales está fundada la potencia de Rusia, a pesar de los gastos del Estado que crecen considerablemente, o mejor dicho gracias a este crecimiento del presupuesto, se empobrecen de año en año, de manera que el hambre ha llegado a ser el estado normal, como igualmente el descontento de todas las clases y su hostilidad para el gobierno.
La autocracia es una forma de gobierno que ha muerto. Tal vez responda aún a las necesidades de algunos pueblos del Africa central, alejados del resto del mundo, pero no responde a las necesidades del pueblo ruso cada día más culto, gracias a la instrucción que va siendo cada vez más general. Así es que para sostener esta forma de gobierno y la ortodoxia ligada a él, es preciso, como ahora se hace, emplear todos los medios de violencia, la vigilancia policíaca más activa y severa que antes, los suplicios, las persecuciones religiosas, la prohibición de libros y de periódicos, la deformación de la educación, y en general de toda clase de actos de perversión y crueldad. Tales han sido hasta aquí los actos de vuestro reinado (...)"
Este calificativo me parece el más conveniente porque, en esta carta, me dirijo menos al emperador y al hombre, que al hermano. Y, además, os escribo casi desde el otro mundo, encontrándome en espera de una muerte muy próxima. (...)
Una tercera parte de Rusia está sometida a una continua vigilancia policiaca; el ejército de policías conocidos y secretos aumenta sin cesar; las prisiones, los lugares de deportación y los calabozos están repletos; aparte de doscientos mil criminales de derecho común, hay un número considerable de condenados políticos entre los cuales existen ahora multitud de obreros. La censura con sus medidas represivas ha llegado hasta un grado tal que no alcanzó en los peores momentos de los años que siguieron al de 1840. Las persecuciones religiosas no fueron nunca tan frecuentes ni tan crueles como lo son ahora, y cada vez van siendo más frecuentes y más crueles.
En las ciudades y en los centros industriales se han concentrado las tropas, que armadas de fusiles se han enviado contra el pueblo. En algunos puntos ya se han producido choques y matanzas y en otros puntos se preparan, y su crueldad aun será mayor.
El resultado de toda esta actividad cruel del gobierno, es que el pueblo agricultor, los cien millones de hombres sobre los cuales está fundada la potencia de Rusia, a pesar de los gastos del Estado que crecen considerablemente, o mejor dicho gracias a este crecimiento del presupuesto, se empobrecen de año en año, de manera que el hambre ha llegado a ser el estado normal, como igualmente el descontento de todas las clases y su hostilidad para el gobierno.
La autocracia es una forma de gobierno que ha muerto. Tal vez responda aún a las necesidades de algunos pueblos del Africa central, alejados del resto del mundo, pero no responde a las necesidades del pueblo ruso cada día más culto, gracias a la instrucción que va siendo cada vez más general. Así es que para sostener esta forma de gobierno y la ortodoxia ligada a él, es preciso, como ahora se hace, emplear todos los medios de violencia, la vigilancia policíaca más activa y severa que antes, los suplicios, las persecuciones religiosas, la prohibición de libros y de periódicos, la deformación de la educación, y en general de toda clase de actos de perversión y crueldad. Tales han sido hasta aquí los actos de vuestro reinado (...)"
León
Tolstoi. Carta al Zar Nicolás II. 16 de enero de 1902.
"1.
En nuestra actitud ante la guerra, que por parte de Rusia sigue
siendo indiscutiblemente una guerra imperialista, de rapiña, también
bajo el nuevo Gobierno de Lvov y Cía., en virtud del carácter
capitalista de este Gobierno, es intolerable la más pequeña
concesión al "defensismo revolucionario"....
2. La peculiaridad del momento
actual en Rusia consiste en el paso de la primera etapa de la
revolución, que ha dado el poder a la burguesía por carecer el
proletariado del grado necesario de conciencia y de organización, a
su segunda etapa, que debe poner el poder en manos del proletariado y
de las capas pobres del campesinado....
3. Ningún apoyo al Gobierno
Provisional; explicar la completa falsedad de todas sus promesas,
sobre todo de la renuncia a las anexiones. Desenmascarar a este
gobierno, que es un gobierno de capitalistas, en vez de propugnar la
inadmisible e ilusoria "exigencia" de que deje de ser
imperialista...
4. Reconocer que, en la mayor
parte de los Soviets de diputados obreros, nuestro partido está en
minoría y, por el momento, en una minoría reducida, frente al
bloque de todos los elementos pequeñoburgueses y oportunistas
-sometidos a la influencia de la burguesía y que llevan dicha
influencia al seno del proletariado-, desde los socialistas populares
y los socialistas revolucionarios hasta el Comité de Organización
(Chjeídze, Tsereteli, etc.), Steklov, etc., etc.
Explicar a las masas que los
Soviets de diputados obreros son la única forma posible de gobierno
revolucionario (...).
5. No una república
parlamentaria -volver a ella desde los Soviets de diputados obreros
sería dar un paso atrás- sino una república de los Soviets de
diputados obreros, braceros y campesinos en todo el país, de abajo
arriba.
Supresión de la policía, del
ejército y de la burocracia.
6. En el programa agrario,
trasladar el centro de gravedad a los Soviets de diputados braceros.
Confiscación de todas las
tierras de los latifundios.
Nacionalización de todas las
tierras del país, de las que dispondrán los Soviets locales de
diputados braceros y campesinos (...).
7. Fusión inmediata de todos
los bancos del país en un Banco Nacional único, sometido al control
de los Soviets de diputados obreros.
8. No "implantación"
del socialismo como nuestra tarea inmediata, sino pasar únicamente a
la instauración inmediata del control de la producción social y de
la distribución de los productos por los Soviets de diputados
obreros (...)."
V.I.U.
Lenin. Tesis de abril. 3 de abril de 1917.
"¡Señor!
Nosotros, trabajadores de San Petersburgo, nuestras mujeres, nuestros hijos y nuesstros padres, viejos sin recursos, venimos, ¡oh Zar!, para solicitarte justicia y protección. Reducidos a la mendicidad, oprimidos, aplastados bajo el peso de un trabajo extenuador, abrumados de ultrajes, no somos considerados como seres humanos, sino tratados como esclavos que deben sufrir en silencio su triste condición, que pacientemente hemos soportado. He aquí que ahora se nos precipita al abismo de la arbitrariedad y la ignorancia. Se nos asfixia bajo el peso del despotismo y de un tratamiento contrario a toda ley humana.
Nosotros, trabajadores de San Petersburgo, nuestras mujeres, nuestros hijos y nuesstros padres, viejos sin recursos, venimos, ¡oh Zar!, para solicitarte justicia y protección. Reducidos a la mendicidad, oprimidos, aplastados bajo el peso de un trabajo extenuador, abrumados de ultrajes, no somos considerados como seres humanos, sino tratados como esclavos que deben sufrir en silencio su triste condición, que pacientemente hemos soportado. He aquí que ahora se nos precipita al abismo de la arbitrariedad y la ignorancia. Se nos asfixia bajo el peso del despotismo y de un tratamiento contrario a toda ley humana.
Nuestras fuerzas se agotan,
¡oh, Zar! Vale más la muerte que la prolongación de nuestros
intolerables sufrimientos. Por eso hemos abandonado el trabajo y no
lo reanudaremos hasta que no se hayan aceptado nuestras justas
demandas, que se reducen a bien poco, pero que, sin ello, nuestra vi
da no es sino un infierno de eterna tortura.
En nuestro primer
requerimiento solicitábamos a nuestros patronos que tuvieran a bien
interiorizarse de nuestras necesidades. ¡Y lo han rechazado! Hasta
el derecho de discutirlas nos ha sido negado, so pretexto de que la
ley no nos lo reconoce.
La demanda de ocho horas de
jornada también fue tachada de ilegal, así como la fijación de
salarios de común acuerdo; (...)
Todas estas reivindicaciones
han sido rechazadas por ilegales. El solo hecho de haberlas formulado
ha sido interpretado como un crimen. El deseo de mejorar nuestra
situación es considerado por nuestros patronos como una insolencia.
¡Oh, Emperador! Somos más de
300.000 seres humanos, pero sólo lo somos en apariencia, puesto que
en realidad no tenemos ningún derecho humano. Nos está vedado
hablar, pensar, reunirnos para discutir nuestras necesidades y tomar
medidas para mejorar nuestra situación. Cualquiera de nosotros que
se manifieste en favor de la clase obrera puede ser enviado a la
prisión o al exilio. Tener buenos sentimientos es considerado un
crimen, lo mismo que fraternizar con un desgraciado, un abandonado,
un caído. (...)
Tú has sido enviado para
conducir al pueblo a la felicidad. Pero la tranquilidad nos es
arrancada por Tus funcionarios, que no nos reservan más que dolor y
humillación.
Examina con atención y sin
cólera nuestras demandas, formuladas no para el mal sino para el
bien, nuestro bien, Señor, y para el Tuyo. (...)
Rusia es muy vasta y sus
necesidades demasiado múltiples para que pueda ser dirigida por un
gobierno compuesto únicamente de burócratas. Es absolutamente
necesario que el pueblo participe en él, pues sólo él conoce sus
necesidades. No le rehuses el socorro a Tu pueblo. Concede sin demora
a los representantes de todas las clases del país la orden de
reunirse en Asamblea. Que los capitalistas y los obreros estén
representados. Que los funcionarios, los clérigos, los médicos y
los profesores elijan también sus delegados. Que todos sean libres
de elegir a quienes les plazca. Permite para ello que se proceda a la
elección de una Asamblea Constituyente bajo el régimen del sufragio
universal. (...)"
Demandas
de los obreros al zar / Domingo sangriento. 10 de enero de 1905
“La agitación, en las
capitales y en numerosas regiones de nuestro Imperio, llenan nuestro
corazón de una gran pesada pena. El bienestar del soberano ruso es
inseparable del bienestar de sus pueblos, y el dolor de éstos es su
dolor. El gran voto del juramento imperial Nos ordena esforzarnos con
toda la potencia de Nuestra razón, con toda la fuerza de Nuestra
autoridad, para poner fin lo más pronto posible a esta agitación
tan peligrosa para el Estado (...). Nos, imponemos al gobierno la
obligación e ejecutar Nuestra voluntad inflexible:
1º Conceder a la población la libertad civil, establecida de una manera inquebrantable sobre la base de la inviolabilidad personal, y las libertades de conciencia, de reunión y de asociación.
2ª No obstaculizar las elecciones a la Duma Imperial y admitir la participación en las elecciones de las clases de población que han sido privadas hasta ahora del derecho de voto.
3º Establecer una regla inquebrantable que cualquier ley no será efectiva sin la sanción de la Duma Imperial y que los representantes del pueblo tendrán los medios para participar realmente en el control de la legalidad de los actos realizados por los miembros de Nuestra administración.”
1º Conceder a la población la libertad civil, establecida de una manera inquebrantable sobre la base de la inviolabilidad personal, y las libertades de conciencia, de reunión y de asociación.
2ª No obstaculizar las elecciones a la Duma Imperial y admitir la participación en las elecciones de las clases de población que han sido privadas hasta ahora del derecho de voto.
3º Establecer una regla inquebrantable que cualquier ley no será efectiva sin la sanción de la Duma Imperial y que los representantes del pueblo tendrán los medios para participar realmente en el control de la legalidad de los actos realizados por los miembros de Nuestra administración.”
Manifiesto
de Octubre “Decreto Imperial de 30 de octubre de 1905".
“Ruzski vino a verme por la
mañana y me leyó su larguísima conversación por cable directo con
Rodzianco. Según ésta, la situación era tal que en Petrogrado
cualquier ministro de la Duma carecía de poder para hacer cualquier
cosa, puesto que tenía que luchar contra el Partido Socialdemócrata,
representado por el comité de trabajadores. Se exige mi abdicación.
(...) En esencia lo que dicen es que para salvar a Rusia y mantener
en calma al ejército en el frente, debe darse ese paso. Yo he
aceptado. Desde el cuartel general han enviado el borrador de una
proclama. Por la tarde llegaron de Petrogrado Guchkov y Shulgin, con
quienes discutí el asunto y a quienes hice entrega de la proclama
firmada y corregida. A la 1.00 de la madrugada del día 16, abandoné
Pskov con el corazón destrozado debido a todo lo ocurrido. A mi
alrededor sólo hay traición, cobardía y engaño.”
Nicolás
II. Fragmento de su diario íntimo, tras su abdicación.
“Al salir a la plaza echamos
a correr, agachándonos y apretándonos unos a otros. Corrimos así
hasta chocar con el pedestal de la columna de Alejandro (...). tras
unos minutos de permanencia allí, el destacamento, que contaba con
varios cientos de hombres, cobró ánimos y de pronto, sin ninguna
explicación, volvió a lanzarse adelante.
Trepamos a las barricadas de leña y, al saltar abajo, lanzamos gritos de triunfo: a nuestros pies había montones de fusiles abandonados por los cadetes. Las puertas del edificio a ambos lados de las entradas principales estaban abiertas de par en par (...).
A las 2 horas y 10 minutos del 26 de octubre, el Palacio de Invierno ya se encontraba en manos de los insurrectos; los ministros del gobierno provisional fueron detenidos.”
Trepamos a las barricadas de leña y, al saltar abajo, lanzamos gritos de triunfo: a nuestros pies había montones de fusiles abandonados por los cadetes. Las puertas del edificio a ambos lados de las entradas principales estaban abiertas de par en par (...).
A las 2 horas y 10 minutos del 26 de octubre, el Palacio de Invierno ya se encontraba en manos de los insurrectos; los ministros del gobierno provisional fueron detenidos.”
John
Reed. Diez días que estremecieron al mundo. 1919.
“Hemos avanzado demasiado en
la nacionalización del comercio y de la industria, en el bloqueo de
los intercambios locales. ¿Era un error? Cierto. Podemos admitir en
cierta medida el libre intercambio local, sin destruir el poder
político del proletariado sino, al contrario, consolidándolo. (...)
El campesino puede y debe trabajar con celo en su propio interés
puesto que ya no se le pedirán todos sus excedentes sino solamente
un impuesto, que es necesario fijar cuanto antes de antemano. Lo
fundamental es que el pequeño campesino esté estimulado, impulsado,
incitado.”
Discurso
de Lenin en el X Congreso. 1921.
“El
paso del poder a los soviets significa hoy, en la práctica, la
insurrección armada: renunciar a la insurrección armada equivaldría
a renunciar a la consigna más importante del bolchevismo: “Todo
el poder para los soviets”,
y a todo internacionalismo proletario-revolucionario en general. Pero
la insurrección armada es un aspecto especial de la lucha política
sometido a las leyes especiales, que deben ser profundamente
analizadas (...)
Aplicado a Rusia y al mes de octubre de 1917 quiere decir (...) cercar y aislar a Petrogrado, apoderarse de la ciudad mediante un ataque combinado de la flota, los obreros y las tropas: he aquí una misión que requiere habilidad y triple audacia. Formar con los mejores elementos obreros destacamentos armados de fusiles y bombas de mano para atacar y cercar los centros del enemigo (escuelas militares, centrales de telégrafos y teléfonos, etc.). La Consigna de estos elementos debe ser: “Antes perecer todos que dejar pasar al enemigo”. El triunfo de la revolución rusa y de la revolución mundial depende de dos o tres días de lucha.”
Aplicado a Rusia y al mes de octubre de 1917 quiere decir (...) cercar y aislar a Petrogrado, apoderarse de la ciudad mediante un ataque combinado de la flota, los obreros y las tropas: he aquí una misión que requiere habilidad y triple audacia. Formar con los mejores elementos obreros destacamentos armados de fusiles y bombas de mano para atacar y cercar los centros del enemigo (escuelas militares, centrales de telégrafos y teléfonos, etc.). La Consigna de estos elementos debe ser: “Antes perecer todos que dejar pasar al enemigo”. El triunfo de la revolución rusa y de la revolución mundial depende de dos o tres días de lucha.”
Carta
de Lenin al Comité Central. 8 de octubre de 1917.